Estefanía Veloz Según las estadísticas de feminicidios, tengo múltiples opciones: quizá apuñalada con algún objeto punzocortante, golpeada hasta perder la vida o quemada; podría ser con el cable de un teléfono público, como a Lesvy, aunque, ante la falta de imaginación, quedan también, siempre, los balazos. De acuerdo con las autoridades, somos nosotras las culpables Leer más
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